Películas grabadas en Bilbao

  • La Casa Sin Fronteras (1972)


Es una película del bilbaino Pedro Olea y del género de la novela negra. Trata sobre sobre las sociedades secretas y hace hincapié en la oscura naturaleza de Bilbao. Además, en La casa sin fronteras aparece el Palacio Ibaigane, actual sede del Athletic Club, que en la película se convierte en una celda de tortura. 


    • Adios Pequeña (1986)


    Es una película dirigida por Imanol Uribe y con Ana Belén y Fabio Testi como protagonistas. Cuenta las diferencias entre ellos dos, ella hija de un gran empresario, y él vendedor de cocaína. En Adiós pequeña se ve claramente lo que divide a los dos protagonistas: la Ría de Bilbao. La película está grabada en el mismísimo Bilbao, el puente colgante e incluso algunas zonas de Getxo.


    • El Mundo Nunca Es Suficiente (1999)


    Mítica película de acción del James Bond que nadie olvida. El mismísimo Pierce Brosnan estuvo en Bilbao para grabar algunas escenas, por ejemplo, esa de la que todos nos acordamos cuando se lanza al vacía desde un edificio cercano al Guggenheim. No nos olvidamos tampoco, que el propio museo aparece en la película del agente 007.


    • Shivaji: The Boss (2007)


    El cine de Bollywood también ha desembarcado en Bilbao, más exactamente en el Museo Guggenheim con dos películas que lucen unas peculiares coreografías en sus alrededores. Ellas son Shivaji: The Boss


    • La Maquina De Pintar Nubes (2009)


    Una película tan de Bilbao es casi imposible porque La máquina de pintar nubes está dirigida por los bilbainos Patxo Telleria y Aitor Mazo, ocurre en el Bilbao de los años 70 cuando todavía era gris e industrial, y su protagonista es de Santutxu. Y además, es de esas que dejan huella.


    • Pagafantas (2009)


    Es una de las películas que reflejan Bilbao al cien por cien. Cuando la vemos paseamos por el Arenal, Rodriguez Arias, los pasillos de la UPV en Sarriko y volvemos a vivir grandes momentos en el Garden. Además, el problemón del protagonista, dicen (solo dicen) que es lo normal en la Capital del Mundo. ¡Qué gusto ver películas con esencia bilbaina!